SOMOS PROYECTO ASFALTO
“Me llaman calle y ese es mi orgullo”
Manu chao
ADVERTENCIA
Este texto contiene los sentires, impresiones, afectos, des-amores, expectativas, intereses, tendencias, experiencias, buenas intenciones, segundas intenciones, historias, relatos, sucesos, objetos de deseo, significados y significantes escritos en la calle……… Nos hacemos responsables de nuestras palabras, no de sus interpretaciones.
La calle habla aun cuando muchos no quieren que hable. Pocos quieren ser protagonistas de este guión, se sientan en el confort que les permite ser espectadores, mientras el causal de producción simbólica sigue su curso interactuando con unos pocos, o tú, ¿cuántas veces te has detenido para mirar a tu alrededor?, ¿desentrañar los rasgos de quien te pide una moneda?, ¿leer lo que te escriben los muros, mirar los matices de luz dibujados en la lluvia, saber quién cuida tu espalda y en quién puedes confiar, desencriptar los ademanes de tierra caliente, armonizar la esquizofonia de la ciudad, percibir el momento justo en el que el asfalto hace hervir la sangre y los besos vuelan igual que los puños?
De a poco son algunos “habitantes en la calle”[1], entre ellos el “proyecto asfalto” quienes han querido resaltar este canal de comunicación en des-uso (la calle), dándole la importancia que requiere, proyectándolo como un medio legítimo de interacción entre mensaje y contenido de las historias cocidas en la urbe……………………¿pero que es proyecto asfalto?
MANIFIESTO DEL ASFALTO
Somos proyecto asfalto,
Somos la necesidad de hacer visible lo obvio,
De capturar las huellas fonéticas de quienes por allí circulan,
La oportunidad de transcribir la memoria oral al discurso gráfico
De ser el formato descriptivo en los espacios comunes
Somos trazos urbanos,
Arte secuencial neivano = colombiano
Somos un espacio de presentación y re-presentación,
Somos expectativas en papel
y buenas intenciones narrativas,
Somos los encargados de otorgar identidad de ciudad, a la ciudad…
Somos tus historias y las ganas de contarlas
[1] El término aduce a quienes han hecho de la calle un espacio común de convivencia, diferenciándolo de habitantes de la calle, dado a que son estos quienes han decidido hacer de esta su hábitad, su morada o en palabras castizas su hogar.
